Yo iba detrás de ti
Señora, una madrugada
Yo iba de penitente
con una cruz a la espalda.
Iba delante la cera
que el rostro te iluminaba
delante blancos claveles
que tu cara perfumaban
y delante iba la brisa
refrescándote la cara
Señora, una madrugada
Yo iba de penitente
con una cruz a la espalda.
Iba delante la cera
que el rostro te iluminaba
delante blancos claveles
que tu cara perfumaban
y delante iba la brisa
refrescándote la cara
Iba delante la estrella
delante la flor del alba,
y fue delante la luna
fue delante la mañana
y delante las saetas
que a porfía te cantaban
delante la flor del alba,
y fue delante la luna
fue delante la mañana
y delante las saetas
que a porfía te cantaban
Iba delante el lucero
anunciando un sol en llamas,
delante una bambalina,
delante velas rizadas,
y la luz iba delante
con un color de Esperanza.
anunciando un sol en llamas,
delante una bambalina,
delante velas rizadas,
y la luz iba delante
con un color de Esperanza.
Delante los candeleros
con sus piropos de plata
iba delante el incienso
perfumándote la saya
y delante tu pañuelo
para secar tus pestañas
con sus piropos de plata
iba delante el incienso
perfumándote la saya
y delante tu pañuelo
para secar tus pestañas
Y fue delante Segovia,
delante toda Santa Eulalia
todos gozando de luz
todos gozando la gracia,
todos gozando la gloria
de poderte ver la cara
delante toda Santa Eulalia
todos gozando de luz
todos gozando la gracia,
todos gozando la gloria
de poderte ver la cara
Y no me pesó la cruz,
ni me hundió la tarde amarga,
ni el cansancio de la noche,
ni los cuchillos del alba...
Pero me hundió el ir detrás
sin poderte ver la cara.
Florencio Quintero
Que bonito hijo, que bonito y que verdad,pero aqui dejo mis palabras
ResponderEliminarOrgullosa esta la Madre
de que sus penitentes
le guarden la espalda.
A ellos les sabe a gloria
el ver a su imagen delante.
Delante va la Señora,
la reina de sus plegarias.
Y con sollozos callados,
le acompañan
de la catedral a su casa,
Y llegados a este punto,
orgullosos de acompañarla,
se citan para otro año,
que su Madre les espera,
y ellos no van a fallarla.
Raúl Santos Zazo