Costaleros Cristo Esperanza.

VESTIR A MARIA SANTISIMA

A partir del S.XX los vestidores de las imágenes de dolorosa tenían sus propios diseños, así se creó el tocado de tul y el de raso, utilizándose de manera muy característica en distintas imágenes, apareció “el pecho de bullones” , se saco el tocado por encima del manto, surgió una forma de tocado más despejado, de modo que deja al descubierto el pelo de la imagen (si lo tuviera tallado o natural), rompiendo de esta manera el recato, hasta entonces existente en esta serie de cuestiones.

Esta nueva forma de entender la manera de realzar la belleza de las imágenes de Dolorosa hace que surjan según la expresión de su rostro, dirección de su mirada y momento litúrgico diversas formas de tocado. Cada una de ellas pon la posibilidad de los nuevos tejidos (tules, rasos, encajes…). Se los detallamos brevemente:

1.- Tocado de tul creado en 1922 por Antonio Amian de la Santisimama Virgen de las Aguas.

2.- Tocado elaborado por las camareras de la Virgen del Valle en la década de los 20, aunque se muestra en la foto el derivado de este, creado por Vicente tejero para la Stma. Virgen de San Vicente.

3.- En los cincuenta, Antonio Garduño creara este tipo de tocado para la Stma. Virgen de La Estrella de San Jacinto, utilizando una mantilla de Goya de cuatro blondas.

4.- Tocado de José Garduño, triplicando el pellizco de Pérez Calvo en la Macarena.

5.- Tocado de Fernando Morillo para la Esperanza de Triana, con cofia de volantes prescindiendo del “rostrillo” que empleo de 1945 a 1964, también llamado “refregador”.

6.- Tocado de rostrillo rectangular creado por Rodríguez Ojeda.

7.- Tocado de rostrillo trapezoidal creado por Manuel Gamero.

8.- Inspirado en este tipo de representaciones, su creador realizo un tocado de tul, suelto y asimétrico. Detalle de la Virgen de la adoración de Los reyes Magos de Velázquez.

9.- Antonio Amian se sirvió del tocado de Atenea en “Las Hilanderas” de Velázquez para renovar el arreglo de la Stma. Virgen de Las Aguas.

Tocado de Blonda: Se le denomina a los tocados realizados con encajes, la característica de estos tocados son las vueltas que tengan alrededor del rostro de Stma. Virgen, las pequeñas ondulaciones que se van viendo en el tocado son las blondas.

Tocado a Tablas: estos tocados suelen realizarse con variedad de telas, desde rasos hasta mantillas. Para ponerlos, se suele empezar por la parte del pecho y una vez terminado este se sigue con el encuadre del rostro, aunque hay vestidores que lo realizan al revés.

Tocados de Agua: es un tocado a tablas pero dejando el manto de la imagen por debajo de este, suele quedar un resultado bastante original y llamativo.

Tocados con Mantilla: Un tocado con una mantilla da mucha elegancia a las vestiduras de la imagen, a la vez que, por el propio tejido de esta le da movimiento al tocado. Podemos ver como se mezclan el tocado de blonda con el de tablas y el vestidor en el pecho propone algo anti simétrico totalmente, un tocado muy original.

Tocado de Tambor: Siguen las línea rectas, muy parecido al Tocado Recto

Tocado de “Refregador”: Lo suele llevar la Esperanza de Triana, caen las tablillas dulcemente sobre el pecho de la señora.

LAS DULCES MANOS QUE VISTEN A LA MADRE DE DIOS

De la mano, el sentimiento y el corazón de camaristas, camareras y vestidores brota la responsabilidad y laboriosa misión de dar realce a las expresiones y rostros de la imagen de María Santísima.

Esta labor y responsabilidad como comentábamos, está reconocida en el mundo cofrade como todo un arte, a la altura de otros tales como la imaginería, bordadores u orfebres.
El vestidor o vestidores tienen la misión de vestir la imagen de la Stma. Virgen acorde con el calendario litúrgico, cultos, Función de Besamanos y salida procesional.

Para vestir a la Virgen:

Antes de que el vestidor coloque el tocado, la camarista comienza con lo que sería la ropa interior, que generalmente está hecha a mano, con una camisa, y sobre ésta ha dispuesto las enaguas.

Encima de estas prendas se coloca la SAYA, que puede ser enteriza o compuesta por dos piezas: el corpiño y el delantal que a su vez va adornado con lo que se denomina el pecherín.

En ambos casos la SAYA se ciñe a la cintura por un cíngulo o fajín, que realza la figura y da esbeltez a la imagen.

Del mismo tejido y color de la SAYA son las mangas o “bocamangas”, independientes. En su interior y forrando el antebrazo se colocan los manguitos, mangas o puños.

Estas mangas son totalmente independientes del resto de la SAYA, ya que al tener los brazos rígidos es muy difícil colocárselas, por lo que suelen ser algo anchas.

En algunos casos las mangas deben ser abiertas por un lado debido a que, algunas tallas tienen las manos juntas y si no fuera así, sería imposible introducir las manos en ella.

Por último, se coloca el tocado (al que hemos hecho una notable referencia anteriormente), posteriormente el manto y la toca sobre manto.

El simbolismo está muy presente en el sentimiento y manera de vestir a la Virgen, De hecho los bardados que suelen lucir en sus SAYAS, son siempre motivos florales de diferentes tamaños, estilos de bordados y materiales (Oros, sedas…) que representan las virtudes de María Santísima.

El cordón que llevan algunas imágenes en la cintura puede ser un fajín, fajín militar o cíngulo, elemento representativo de la virginidad.

Después de los retoques al tocado, el paso a seguir es el de coronar la imagen con coronas, rafagas o aureolas, colocación de puñal si fuera preceptivo, así como la colocación de rosarios, joyas, etc.

Tiempos atrás, las imágenes de las Vírgenes solían estar vestidas de riguroso luto y el tocado se reducía a un sencillo rostrillo que se prolongaba y anudaba al cuello como si fuera un pañuelo.

Fue a mediados del S. XIX cuando desaparece el luto de las imágenes, y colores como el morado, el verde, el granate, el azul o el blanco empiezan a apropiarse de Sayas y Mantos, siendo a principios del S.XX cuando se extiende la costumbre hasta nuestros días, de cambiar las imágenes de color de manto según la festividad del año que reza el santoral.